jueves, 11 de diciembre de 2008

Ya nos podemos ir

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Sentía mucho frío y mis manos estaban entumecidas aún. No recordaba lo sucedido, no reconocía el vestido blanco de seda que llevaba puesto. Iba sin calzado alguno pero los dedos de mis pies se encontraban tibios. Era una situación extraña.
A mi alrededor no había nada, sólo se divisaba un horizonte lejano de color anaranjado muy hermoso a mi parecer.
Comencé a caminar sin un rumbo marcado, no sabía a donde ir ni que hacer en aquel extraño lugar. Caminé durante un largo periodo de tiempo sin ver nada más que el horizonte en la lejanía. De repente, frente a mi, se alzó una sombra bastante amplia. Me acerqué poco a poco hasta conseguir ver de lo que se trataba. Era una puerta de hierro tortuosa y vieja perdida en la inmensidad de la nada. Otro escalofrío volvió a estremecer todo mi cuerpo .Me sentía cansada, llevaba mucho tiempo andando y tenía que descansar pero era más fuerte la necesidad de intentar saber lo que estaba sucediendo.
Levanté el brazo izquierdo con la intención de tocar la puerta pero antes de que pudiera hacerlo, desapareció sin dejar rastro alguno. Fruncí el ceño y empecé a pensar en lo que estaba pasando. Intenté recordar algo de mi vida, algo que me dijera lo que ocurría, lo que fuera necesario para entender aquella situación. Pero no hubo manera, mi mente se encontraba totalmente cerrada y no conseguía que mis recuerdos se hicieran paso a través de ella. Entonces, recordé algo. Recordé un sonido, un estruendo grave y ahogador. Una sensación rara me invadió por completo, miles de lágrimas comenzaron a brotar por mis ojos sin saber porque.

-No llores. Eres lo mas bonito que tengo a mi lado y no soporto verte llorar. No merece la pena. Además, ¿Por qué lo haces? Cuéntamelo princesa.

Una silueta apareció a mi lado y me cogió de la mano mientras me secaba las lágrimas de la cara.

-Por fin estas a mi lado, cariño. Te echaba de menos. Estaba asustada y no entendía nada hasta que tú has aparecido. Ahora ya se lo que esta pasando, sólo te necesitaba a ti para sentirme segura .El cielo es precioso si tú estas a mi lado amor mío.

-Princesa, sólo te dejé cinco minutos sola, los médicos no me dejaban seguir mi camino contigo .Pero al final pude escapar de las garras de la vida por ti. Ahora podremos cruzar la puerta. Ya estamos preparados para estar siempre juntos, mi vida.

8 comentarios:

Miranda dijo...

Te repito que me gusto mucho tu historia....más que nada porque de alguna forma lo he soñado, no de esa manera,pero si he soñado con poder encontrar a esa persona con la que unirme de tal manera....es que soy muy soñadora, creo que por eso justamente escribo en un blog no? XD!!!


Bueno cariño, te quiero! un beso!

Esteban dijo...

Bonita historia, quién no ha soñado con encontrar a esa persona para unirte para siempre.

VIVIR dijo...

¡¡¡que bonito!!! que pedazo de historia... que arte mas grande...

El dia que me tenga que ausentar de este mundo... se me debería de aparcer mi padre y entrar donde sea de su mano... le rezo todas las noches de mi vida y no creo que se haya podido querer mas a un padre...

Gracias por recordarme a un ser tan querido... aunque logicamente tu vayas por otro camino....

Un beso

Paco Bailac dijo...

una profunda historia que parece un sueño..

pacobailacoach.blogspot.com

Camaleona dijo...

A mí también me ha entrado un escalofrío al leer tu historia...

Jesús David dijo...

Te recomiendo el Blog de Andrea de Murcia: http://andri-poesia.blogspot.com/

Salu2.

Mi MADRE es mi PATRIA y mi NOVIA es mi BANDERA.

J. Marcos B. dijo...

Bonita historia...volveré a leerte con placer.

Un abrazo, y felices fiestas!

Marcos

Paco Bailac dijo...

saludos.... he tenido la necesidad de volver.


pacobailacoach.blogspot.com