La quería
con locura, era para mi mucho más que una amiga, una hermana. La estuve
esperando por mucho tiempo, aun cuando ella me esquivaba para no verme. Sé que
estuvo en uno de los peores momentos de mi vida, y se lo agradezco de corazón,
pero después de aquello no se preocupo por mí en el peor momento de mi vida,
¿por qué?, ¿qué era yo para ella entonces?
Era el amor
de mi vida, le amaba más de lo que nadie podía imaginar. Sé que lo hice todo
mal, que no merecía que estuviera conmigo. Lo intenté todo por él, le pedí
ayuda de todas las maneras posibles, quería cambiar para que lo nuestro
cambiara y poder ser felices juntos, pero no lo hizo, prefirió que lo nuestro
acabara, ¿por qué?, ¿qué era yo para él entonces?
Aún recuerdo
la primera vez que me dijeron que los habían visto juntos en el pueblo vecino.
También recuerdo la segunda vez que me hablaron de ellos, los habían visto en
lugar donde íbamos los dos a veces. Sabía con certeza que me habían traicionado
pero no lo asimilé hasta que una tarde los vi pasar juntos por delante de mí.
Me quedé en estado de shock, no podía reaccionar.
Esa tarde
estuve en aquel lugar donde él la solía llevar, sabiendo que ellos estaban
juntos, muy cerca de mí, aunque ninguno nos pudiéramos ver. No podía dejar de
pensar en lo que había visto.
Pensaba que lo peor de mi vida era haberlo perdido a él. Nunca imaginé
sentir aquel intenso dolor cuando al fin llegué a casa y asimilé lo que había
ocurrido. Y es que no solo era dolor, iba acompañado de miles de sentimientos
más. Desesperación, tristeza, desasosiego, frustración, desaliento, ansiedad,
decepción, resignación. También recuerdo algunos de los sentimientos
posteriores a aquel día, ya que, aunque haya pasado bastante tiempo, la mayoría
persisten dentro de mí. Odio, ira, desprecio, depresión, aversión, humillación,
repugnancia.
Intenté
hablar con ellos poco después, y lo único que me dijeron es que querían e iban
a estar juntos pasara lo que pasara, sin ni siquiera medir sus palabras para no
hacerme más daño aún y sin la más mínima consideración por mí.
Pero a pesar
de todo, desde entonces no ha pasado un solo día en el que no haya pensado en
ellos, en lo mucho que los quería y en lo que daría por volver a aquellos
maravillosos años, donde los tenía a los dos. Creo que todo esto se debe a la
manera en la que hicieron las cosas. Ninguno de los dos habló conmigo. Ninguno
de los dos dio la cara y me buscó para explicarme lo que estaba pasando entre
ellos. Si lo hubiesen hecho ninguno de los dos me habría perdido del todo y yo
no sentiría el desprecio y el odio que siento hacia ambos. Me demostraron que
yo para ellos no he significado nada. Yo nunca habría sido capaz de hacerle eso
a ninguno de los dos. ¡Eran el amor de mi vida y mi mejor amiga! ¡Coño!
Por suerte,
poco después de perderlo y poco antes de enterarme de tal traición, apareció
una persona muy especial que se ganó mi cariño desde el principio y con el cual
si tengo la relación que me habría gustado tener antes. Pero por desgracia no
la puedo disfrutar al completo debido al daño que estas dos personas me han
causado. Lo único que les habría pedido es que hubiesen tenido un poco de
consideración y hubiesen hablado conmigo para explicármelo todo. Ahora ellos
están felices y yo sigo sumida en esta depresión que me va consumiendo cada
día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario