jueves, 27 de noviembre de 2008

Gracias


Empezaré con un simple Gracias.
Gracias por existir y regalarme cada segundo de tu vida. Gracias por llenar mi mundo de felicidad, sueños y sonrisas. Gracias por hacerme crecer y dejarme crecer junto a ti. Gracias por secar mis lágrimas con los latidos de tu corazón. Gracias por ayudarme a creer en mi misma, en ti y en nosotros. Gracias por la confianza que me regalas con un simple pestañeo de tus ojos. Gracias por las caricias que me regalas a todas horas y que me hacen subir al cielo. Gracias por tomarte mi sonrisa como un reto, por intentar que siempre brille y que nunca deje de hacerlo. Gracias por amar cada centímetro de mi cuerpo con tanta ternura. Gracias por tus sonrisas, son el motivo de mi existencia. Gracias por dármelo todo sin esperar nada a cambio. Gracias por permanecer a mi lado, aun cuando viene fuerte la tormenta. Gracias por creer en mi, por ser mi mayor apoyo. Gracias por no hacer distinciones entre tu y yo y tratarme como si fuese una parte más de tu cuerpo, dándomelo todo sin importarte nada más que nosotros. Gracias por hacer desaparecer el tiempo. Gracias por regalarme tu corazón cargado de sueños que cumpliremos juntos. Gracias por llenarme de fuerza, por colarte en mi corazón y en mi vida y pasar a convertirte en mi todo. Pero sobretodo... Gracias por existir por y para mí, no dudes que tienes mi corazón para siempre.

martes, 25 de noviembre de 2008

Un amor a contratiempo


Lo nuestro, un amor a contratiempo, un amor que nació del deseo de la magna pasión que ejercía tu piel contra mi piel, de las miradas furtivas que en silencio aclamaban un sorprendente amor, donde la locura empezó siendo participe de nuestros actos.
¿Locos? No, enamorados.
Tus ojos se unían a los míos, creábamos un lenguaje de antaño donde las palabras no eran necesarias, donde el alma podía llenar de te quieros el corto pero eterno instante que duraban tus penetrantes ojos.
¿Como pueden mis letras hablar de unas caricias que hacen temblar al alma, que rompen los esquemas del amor mas soñado? Unas caricias que traspasan la piel, quiebran al corazón y se convierte en una maldición al saber que te tengo sin realmente tenerte, al amarte a escondidas de ojos ajenos que nos quieren mirar, sin más testigos que la luna.
Te necesito en mis noches, te necesito junto a mi, necesito dormir abrazada a ti y sentir tu respiración mientras duermes, estrecharte contra mi, poseerte hasta el fin de nuestros días. Es innecesario el que dirán porque esto es un amor tan grande y tan inmenso que sobran las palabras.
¿Crees que no lucharía por ti? Intento luchar cada mañana conmigo misma, convenciéndome de que oiré tu dulce voz, de que quizás pueda tener un rato para echarme en tu pecho y llenarte de esos besos. Jamás pensé que la locura fuera tan dulce, jamás pensé que la locura me diese tanta felicidad como la que tú me aportas, la locura tiene nombre y ese nombre es el tuyo.
Cuando no estas junto a mí el cielo se torna gris, todo carece del sentido que tu me aportas y viene ese desasosiego triste. Te hecho tanto de menos… me conformaría con tan solo una simple mirada tuya. Por pedir una caricia le robaría al cielo la luz que tu me das cuando estas conmigo y dejaría a oscuras el mundo, siendo por una vez egoísta y queriéndote tan solo para mi.
Mis letras han perdido su significado ¿Sabes por qué? Porque todo lo que escribía era lo que mas deseaba, pero te pasaste y me distes mas de lo que deseaba y no tuvieron lugar ni el corazón ni el alma para poder hablar de este amor a contratiempo que me esta rompiendo el alma.
Te amo con la tristeza de no tenerte, te quiero con la satisfacción de amarte, te deseo en las cortas horas sin mas testigo que un manto de estrellas, te extraño con lagrima gélidas que recorren mi rostro, te añoro en los segundos donde memoro tu recuerdo y se que no puedo estar junto a ti.

lunes, 24 de noviembre de 2008

No tengo ganas


Ya no tengo ganas de levantarme, de abrir los ojos de nuevo viendo el día despertar de su letargo oscuro. El día ha terminado para mí, renuncio a la luz del sol y me escondo entre las sombras con el único sentimiento de la soledad. Cada vez me siento más fría, ya no florece nada a mí alrededor, las risas de los niños son llantos desgarradores. El agua que bebo se vuelve áspera en mi garganta. Ya no tengo ganas de formar parte de algo, el único sentimiento que me hace pensar que sigo viva es el deseo de que anochezca.
He perdido todo, me encierro en jaula de cristal todos los días, las paredes parecen estrecharse a cada respiración, a cada parpadeo de mis ojos nocturnos. Abrazada en el manto de oscuridad encuentro la felicidad. Sólo en aquél lugar he conocido a alguien, se parece mucho a mí. Se trata de una persona muy abierta y tiene una mirada que atraviesa el aire como cuchillas la carne. Se sienta a mi lado y numerosas veces lo único que hace es respirar. En otras ocasiones no para de hablarme, siempre sobre tristeza, nunca me habla de acontecimientos positivos. Para él todo ha terminado y yo no me encuentro con las fuerzas para animarle, he llegado a un punto en que me resulta gratificante la angustia, tanto es así, que incluso cuando duermo lo encuentro a los pies de mi cama mirándome fijamente. Depende del estado de ánimo en que se encuentre tiene un aspecto aterrador, otras veces roza lo sublime. Mañana amanecerá y el desaparecerá como yo, escondiéndome de la luz del día.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Tu recuerdo


Sentada en la oscuridad junto al fuego, las llamas reflejándose en mis ojos mirando al frente en algún lugar incierto. Aprieto los puños en silencio, el calor de las llamas enriquece mi piel ante el estremecimiento que siento cuando comienzo a pensar. Solo estás tú, abro los ojos y en cualquier momento siento el presagio de que nunca podré olvidar nada. Me equivoco cuando pretendo negar lo sucedido. Existe algo..., un recuerdo, me trasporto a ese instante en mis sueños, yo no decido esa situación, pero soy una esclava de ti.
Se derrama en mi sueño el corazón en su propia sangre, recuerdo esa mirada cautivadora, tu piel bañada en la oscuridad, tu silueta en las tinieblas con un haz de luz que corrompe mi oscuridad, a veces pienso que no es real. No encuentro soluciones, no encuentro razones para volver a pensar. Tengo que decirte que formas parte de mi propia existencia, siempre presente. Me despierto junto a ti, al aparecer los primeros rayos del sol puedo quedarme quieta, fijar mi mirada en ti y contemplarte. Mis deseos se forjan en un sentimiento, viajan en aquel lugar, no pretenden salir de allí. En este jardín salvaje te encuentro con dos rostros diferentes, uno de ellos es tu belleza corrompida con lágrimas resbalando por tus mejillas, otro es un aspecto felino, impredecible, denotas fuerza en lo que dices, en tu mirada clavada en mí. No necesitas hablar para expresarme lo que quieres de mí, sientes mi dolor y me aportas esa fuerza interior. Me haces saltar al vacio, me abrigas con tus grandes alas de ángel en la caída. Cometo el error de querer arriesgarme, pero siempre estás tú allí, ahora veo tus ojos y las nubes del cielo a nuestro alrededor.
Ahora vuelvo a despertar, junto al fuego, mi alma desconsolada con un corazón de hielo que se evapora junto a ti...

La hija de la noche


Hija de la oscuridad, siempre abrazada a la noche. Nada podía compararse con su delicada figura de cabellos negros infinitos, sus ojos oscuros tenían el reflejo de la soledad. Anhela poder amar, nunca le concedieron sentimientos, algo que cualquier criatura mortal puede sentir, pero ella nunca podría alcanzar. Rozaba la perfección su belleza engendrada de la maldad, pero nadie podía contemplarla. ¿Acaso un ser divino necesita un sentimiento como el amor?
Viajaste por los confines del mundo en los lugares más inhóspitos, donde ningún mortal puede aventurarse. Oculta entre las sombras, la hija de Satán buscaba una solución; su corazón oscuro despreciaba lo que representa, aunque nunca se dio por vencida y luchó por aquello que más deseaba. Ante el fuego eterno hizo un juramento, perder su inmortalidad a cambio de poder amar.
Pasó el tiempo rodeándose de mortales. Su condición perversa era exigente sin ofrecer nada a cambio, hasta que al fin apareció el amor. Meses detrás de aquél joven, para su desgracia nunca fue correspondida y su corazón estaba sometido sin piedad por el amor. Estaba llena de tristeza, convertida en una simple mortal ahogada por la desdicha. Invocó a su padre, pero ya no la ayudaría porque ha dejado de pertenecer a su estirpe y solo le quedaba el desconsuelo. Dos gotas surgieron del interior de sus ojos, ahora sabía que el amor se encadena al dolor.
Viajó de nuevo al fuego eterno, casi muere en el viaje, pero su corazón le otorgaba fuerzas para seguir adelante. Imploró volver a su reino de oscuridad y no le fue concedido su deseo. Llorando regresó surcando bosques y en un claro entre los arboles a escondidas pudo observar a su gran amor besándose con otra mortal. No pudo contener su ira como llamas surgiendo de su interior. Con sus manos mató a la joven y arrancó el corazón de su amado. Acostada abrazando el corazón sangrante su felicidad aumentaba. Pasaron los días, semanas, años y no se movió del lugar con una amplia sonrisa en su rostro. Poco a poco su cuerpo se fue fusionando con la tierra. Ahora sus cabellos largos eran raíces, sus pechos eran rocas del bosque y su suave vientre hojas secas. Del corazón de su amor engendró un rosal de flores negras, la más bella de todas poseía la fragancia de sus cabellos y dos gotas surgieron de su interior para acariciar la tierra seca.